Informa el Ministro del Medio Ambiente que hay 30 capturas por los delitos, de repercusión mundial, de apropiarse de los humedales RAMSAR de la Ciénaga Grande y de destruir el patrimonio ecológico. Eso está bien, y el mundo espera que sean juzgados, vencidos en juicio y condenados de manera ejemplar. El daño causado es prácticamente irreparable.
Pero hay otros delincuentes sueltos, sobre los cuales ni la Procuraduría, ni la Fiscalía han iniciado procesos, ellos, en el mejor de los casos, son pocesables por los delitos de prevaricato. Puesto que el daño se inició con complejas obras de ingeniería por un lapso como de 15 años, según versiones del propio ministro, todos los directores de las CAR del Magdalena, todos los ministros de esa época, son procesables por permitir, sin intervenir, tamañas agresiones al medio ambiente. Cómo sería de importante para el buen control ambiental, que un día juzgáramos y condenáramos a los responsables de cuello blanco que se hacen los de la vista gorda.
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